Visitando tienda tras tienda veía un mismo patrón de mujeres las cuales al preguntarme que era lo que buscaba y recibir la respuesta de "Un brasiere sin varillas y sin relleno" me miraban todas como si fuese anormal, algunas me señalaban sostenes de señora, otras me indicaban el área infantil o solamente decían un "no hay" y así, decepcionada regresaba a casa.
Creo que todo comienza en la adolescencia, recuerdo a mis compañeras de secundaria hablando muy ilusionadas por su primer sostén, rellenos de algodón/esponja, con varillas y diseños adultos, para los hombres es quizá una prenda más pero para las mujeres es un sinónimo de muchas cosas entre ellas el ser sexy y es por ello que no era de extrañar oír/ver en los baños damas adolescentes rellenando sus sostenes de papel higiénico para verse más desarrolladas, y yo me pregunto... ¿Es esto necesario? ¿Acaso un par de senos le dan sentido a la vida?
Pensar en usar sostenes convencionales, "Push Up" etcétera hacían que viniera a mi mente los momentos incómodos en los que la varilla del sostén se salia y lastimaba mi piel, el calor por la esponja hacia que me diese alergia y toda clase de molestias referentes a los tirantes y adhesivos y pienso deberíamos de educar a nuestros hijos a respetar a una mujer, muchas de nosotras aun seguimos apegadas al uso de alguna prenda interior por el hecho de sentirnos asechadas por miradas pervertidas y comentarios irrespetuosos.
En mi solo existió y creo que existirá ese desanimo por llevar brasiere, ya Paul Poiret un hombre decidido y vanguardista elimino el uso obligatorio del corsé para que ahora las mismas mujeres nos encasillemos en el vestir de una prenda incomoda y represiva para el cuerpo femenino.
Ya lo he decidido y me apegare a la ropa interior de encaje, sencilla y cómoda, no necesito rellenos ni esponjas para sentirme feliz.
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